Me resulta curioso el tiempo libre que tiene la gente. Que le da tiempo de aburrirse. Igual me tengo que incluir en esa categoría, no estoy seguro. Porque me dió por comprobar algo que me contaron hace una semana, puede que dos.
La historia era que había una profecía sobre la guerra (in)civil que asola estos días Siria. Y que estaba, pásmense ustedes, nada menos que en la Biblia. Nada más fácil de verificar, por otro lado. No he tenido más que abrir el libro de Isaías, en su capítulo 17. Ahí he leido, en los versículos 1 a 3:
1 He aquí que Damasco dejará de ser ciudad | y se trocará en montón de ruinas desplomadas: 2 quedarán abandonadas las ciudades de Aroer; | serán para los ganados | que se tumbarán allí y no habrá quien los espante. 3 Además desaparecerán la fortaleza de Efraím, | el reino de Damasco y el resíduo de Aram; | (...)
(Sagrada Biblia, Biblioteca de Autores Cristianos, Imprimatur 10 Agosto 1961) Las cursivas son mías. Curioso, curioso...
lunes, 16 de septiembre de 2013
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