El estatuto de autonomía de Madrid, en su articulo 6, declara que: Madrid, por su condición de capital del estado y sede de las instituciones generales, tendrá un régimen especial aprobado por ley de las Cortes Generales. La ley 22/2006, de 4 de Julio, también llamada Ley de Capitalidad.
Ley necesaria en tanto que los ministerios y las embajadas tienen el privilegio de no pagar IBI (vulgarmente conocido como catastro). Los vehiculos adscritos a esos organismos tampoco pagan el impuesto de circulación. Por este motivo la población de Madrid se ve afectada gravemente en el tema económico al no poder disponer de todo el dinero que está dejando de cobrar por estos dos motivos.
El sentido común dice que dicha ley debería compensar de algún modo ese desajuste financiero. Pero nos encontramos que, siendo presidente del gobierno José Luis Rodriguez Zapatero y alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón, la ley de capitalidad NO LLEVA financiación de ningún tipo. Cero patatero.
¿Motivo? Que Trinidad Jimenez, a la sazón diputada autonómica, revolvió Roma con Santiago para que así fuera. No podía consentir que Gallardón se apuntara semejante tanto. Luego la "premiaron" con la Secretaría de Estado para Iberoamérica.
En el momento de escribir estas líneas, desde el Estado le están quitando inversiones prometidas a Madrid para repartir ese dinero a los nacionalistas. De hecho, a Barcelona le están dando 100 euros por cada habitante.
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